El bruxismo es apretar o rechinar los dientes causando desgaste dental. Se hace de manera inconsciente de noche o de día. Se produce cuando se aprietan fuertemente los dientes superiores con los inferiores y además se mueven de atrás a adelante y viceversa. El bruxismo es un hábito involuntario que puede llegar a ser muy dañino para nuestros dientes y nuestro sistema masticatorio en general, afectando a músculos y articulaciones.
Existen varios tipos de bruxismo: leve, moderado y severo, así como diurno y nocturno.
Clasificación del bruxismo según momento, intensidad y movimiento:
- Bruxismo diurno: También llamado de esfuerzo. Generalmente adopta la acción o forma de presión. Afecta a los músculos masetero y temporal.
- Bruxismo nocturno: Se produce durante el sueño. Éste adopta generalmente la forma de rechinamiento, implicando los músculos masetero, temporal, pterigoideo lateral y medial. También encontramos casos en que el bruxismo se presenta de forma diurna y nocturna a la vez.
Éste acto puede aparecer y desaparecer en cualquier momento de la vida. Podemos clasificar, de acuerdo a su agresividad y establecimiento en el paciente, tres grados de intensidad o de hábito de bruxismo. Éstos son:
- LEVE: Hábito incipiente. La presentación no es agresiva. Su reproducción es por un corto período de tiempo y a veces, de forma ocasional. Aunque puede ser inconsciente para la persona, es reversible ya que aparece y se desvanece por sí solo. Puede no tener relación con la ansiedad.
- MODERADO: Hábito establecido. En este grado la ansiedad ya se encuentra presente. La presentación es inconsciente para la persona y desaparece cuando ésta lo vuelve consciente. En esta etapa podemos encontrar lesiones en las estructuras dentofaciales por lo que se requiere un tratamiento integral clínico para asegurar su eliminación. El hábito del Grado II puede ser reversible, si no es tratado puede desarrollarse en un hábito Grado III.
“Este tipo de patología destruye tus dientes”
Uno de los principales problemas del bruxismo es que los dientes pueden ejercer una presión excesiva en los músculos, los tejidos y las estructuras que rodean la mandíbula. De hecho, si se prolonga en el tiempo puede causar problemas en la articulación temporomandibular.
· Problemas en la articulación temporomandibular
· Dolor de cabeza
· Ansiedad
· Estrés
· Sensibilidad dental al frío, el calor y los alimentos dulces
· Insomnio
«El bruxismo es un proceso involuntario e inconsciente, no nos damos cuenta»
Las causas del bruxismo no se conocen suficientemente, aunque se considera que el factor desencadenante más importante es el estrés, aunque hay otros que pueden contribuir a su aparición:
· Alineación inadecuada de los dientes.
· Interferencias de oclusión por erupción de una muela del juicio, un empaste recién hecho y ortodoncias incorrectas
· La alimentación.
· La postura.
· Los hábitos de sueño, etc.
El tratamiento apropiado para el bruxismo, dependerá de saber qué es lo que está causando el problema. Con preguntas precisas y un examen dental, su odontólogo determinará la causa potencial del bruxismo y de acuerdo al daño dental y la causa, le puede sugerir diferentes opciones:
– Utilizar una férula de descarga dental dura o blanda mientras duerme, la cual es elaborada con ajuste exacto en su boca. Aunque la férula es una excelente manera para tratar el bruxismo, no soluciona el problema.
– Rehabilitación protésica.